En un mundo en el que el uso del teléfono es prioridad, la parte visual resulta tan importante como el sabor. El 72% considera que la comida debe tener tan buen aspecto como sabor y con las redes sociales impulsando las últimas tendencias virales, los algoritmos tienen más poder que nunca a la hora de influenciar las decisiones de los consumidores.
Más del 50% han comprado un alimento, bebida o ingrediente solo porque lo vieron en las redes sociales y la mitad de la generación Z afirma que los algoritmos conocen sus gustos mejor que su propia familia.
Espera que los influencers y las marcas “atraigan” a los clientes con contenido irresistible que destaque cócteles, mócteles y platos culinarios impresionantes. También están en tendencia este año los postres y bebidas con texturas únicas y experiencias sensoriales, desde los crujientes pistaches y el kunafa de la viral “barra de chocolate de Dubái”, hasta los cócteles ahumados, las cremosas dirty sodas y los lattes crujientes. Se espera que los establecimientos ofrezcan su propio giro a las tendencias virales populares para atraer a los comensales a probar una experiencia de sabor que no pueden encontrar en casa.