Helado y fácil
Preparar café helado es sencillo, pero no tan sencillo como verter café caliente sobre hielo. El hielo se derretirá y diluirá la bebida terminada. La mejor manera de preparar café helado es preparar una tanda específicamente para consumir en frío. Empiece preparando una taza o una cafetera de café caliente. Busque un tueste fuerte u oscuro y agregue más café molido de lo que normalmente usaría para crear un sabor fuerte y robusto (a veces llamado café doblemente preparado). Cuanto mayor sea la proporción de café y agua, más fuerte será el café. Por cada 6 onzas de agua, se pueden usar de 2 a 4 cucharadas de café molido, según la preferencia personal. Una vez que el café haya terminado de prepararse, déjelo enfriar a temperatura ambiente y luego guárdelo en el refrigerador hasta que esté bien frío. Vierta el café frío en un vaso lleno de hielo y agregue crema o edulcorantes según lo desee. Otro método es el método de preparación en frío, que consiste en sumergir el café molido en agua fría hasta que el café se haya extraído por completo. Este puede ser un proceso lento, pero evita algunas de las características de sabor amargo que pueden introducir los métodos de preparación en caliente. Hay varios productos disponibles, como jarras para café frío, que ayudan en este proceso.
Consejo corto
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